Aunque pueda parecer otro día festivo comercial de tantos, para mi siempre fue uno de esos putos días especiales. Siempre me he sentido el más afortunado de los hijos por tener el padre que tenía. Supongo que muchos pensaréis lo mismo. Otros no. Pero así es la vida amigos. Yo no puedo cambiar lo vivido hasta ahora. Ni puedo ni pretendo. Aunque que fueras uno de esos jodidos estúpidos afortunados que pueden cambiar el presente. Joder… ¿pero de verdad, no lo vas a cambiar?
Siempre en este día hice los regalos más estúpidos que mi economía e imaginación me permitían. Reconozco que siempre he sido el peor con los regalos. Pero un día dejé de creer en ese tipo de regalos, me dejé llevar por los sentimientos. Y ahora se que compartir el tiempo es mucho más hermoso que hacer un puto y estúpido regalo. Porque el tiempo está limitado desafortunadamente. Y aunque ya no puedo celebrar este día como hijo, este es el primer año que lo celebro como padre. Y es maravilloso. El ciclo se repite. En sus pequeños ojos le veo a él. A él y a otros muchos que el pasar del tiempo apartó de mi lado. Ahora comparto con mi padre de nuevo el tiempo, y con mi hermano, y con mi madre, y con algunos otros que perdí en el camino… El puto paso del tiempo no perdona. Pero también regala. Y ojalá mi hijo sienta por mi algún día lo que yo sentía y siento siempre por mi padre. Y si no, tampoco pasa nada. Solo pasa el tiempo.
Feliz día del padre!