Un papel en blanco

Hoy es uno de tantos días que no sería capaz de describir. Supongo que es el frío. Quizá sea la resaca. Rellenar un papel en blanco. Un papel en blanco que cada vez es más difícil de escribir y dibujar. Luchar por rellenar un papel en blanco, luchar por llenarlo de tristeza o de alegría, llenarlo de putos corazones rotos o de amor, de historias reales o ficción. Cada mañana es un papel en blanco en el cuaderno de nuestra vida. Un papel en blanco de lucha constante o de dejarse llevar, de sentirse atrapado o de escapar, de dejarse querer y también amar, de quejarse por todo, o por el contrario, dejar de lamentarse y demostrar valor.
Cada día es un papel en blanco que sería hermoso ser capaz de escribir y dibujar.

 

Dax (Francia 2016)
Dax (Francia 2016)

Descender

Tocando el cielo con las manos, la niebla nos hace desaparecer. Un suspiro y mi respiración es cada vez más fuerte. Se me tapan los oídos, noto la presión en mi cabeza. El recuerdo de un fin de semana atraviesa mi cabeza en 10 segundos y después ya no puedo recordar nada. Solo la presión en mi cabeza y mis oídos tapados. Estoy volando alto. Por encima de las bestias y las plantas. Naturaleza. Quizá no habrá otros días. No quiero descender. Se está muy bien aquí arriba arropado por la niebla con mis oídos tapados en mi recuerdo de 10 segundos. No quiero descender.
Hospital de San Sebastián