Descender

Tocando el cielo con las manos, la niebla nos hace desaparecer. Un suspiro y mi respiración es cada vez más fuerte. Se me tapan los oídos, noto la presión en mi cabeza. El recuerdo de un fin de semana atraviesa mi cabeza en 10 segundos y después ya no puedo recordar nada. Solo la presión en mi cabeza y mis oídos tapados. Estoy volando alto. Por encima de las bestias y las plantas. Naturaleza. Quizá no habrá otros días. No quiero descender. Se está muy bien aquí arriba arropado por la niebla con mis oídos tapados en mi recuerdo de 10 segundos. No quiero descender.
Hospital de San Sebastián